16 nov 2008


Mario Di Costanzo Armenta

Tal y como conejos viejos


Durante la madrugada del pasado jueves se aprobó en la Cámara de Diputados, con más de 400 votos a favor, el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2009.

Para ello, entre el domingo y el lunes previos al “jueves de gloria” los diputados de todos los partidos políticos hicieron largas colas en la oficina del príncipe Carstens y condicionaron la entrega de su voto en favor del progreso y la modernidad a las “migajas” que este don Juan les pudiera otorgar, en un acto de patriotismo y compromiso con la nación.

Estas “migajas” permiten que los diputados que le dan el sí al príncipe puedan regresar a sus distritos celebrando que han conseguido para sus comunidades una carretera, alguna pequeña obra pública o bien algún programa social que les facilitará, en los próximos comicios electorales, alcanzar una alcaldía, una diputación local o cualquier otro puesto que les permita, paradójicamente, seguir viviendo del presupuesto público.

Sin embargo, ya sea porque eran de noche estas reuniones o bien porque se “daban” en lo oscurito, o simplemente porque ya no le “querían mover al asunto”, los señores legisladores aprobaron un gasto de cuando menos 130 mil millones de pesos para otorgar un supuesto subsidio a la gasolina, que ya no existe, y que le permitirá a don Agustín Carstens contar con 130 mil millones de pesos que podrá gastar como le venga en gana.







No hay comentarios.: