Serpientes y EscalerasSalvador
García Soto
03 de enero de 2007

Elba busca a López Obrador


El último político que se atrevió a traicionar a Elba Esther Gordillo fue Roberto Madrazo Pintado . Y las consecuencias para el ex candidato presidencial del PRI fueron fatales. Despechada, en sus propias palabras "seducida y engañada", la maestra se convirtió en la peor pesadilla para el tabasqueño y en la contracampaña emprendida por la lideresa magisterial está buena parte de la explicación de la patética derrota que sufrió Madrazo y la peor debacle electoral para el PRI en su historia.


El dato viene a cuento porque en las últimas semanas del 2006, desde un diario afín al gobierno panista se emprendió una cacería periodística contra la empoderada y mañosa maestra que controla al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Primero por el "yerno incómodo", Fernando González Sánchez, y su cuestionado nombramiento, luego con golpes directos a sus millonarias propiedades y a los excesivos gastos de los líderes del SNTE, la campaña contra Elba Esther llevaba mensajes muy claros.


Tan clara era la dedicatoria, que en la segunda quincena de diciembre, en vísperas de Navidad, Elba Esther Gordillo consultó a sus asesores y les pidió opinión sobre los ataques en su contra y la intención que llevaban. La conclusión a que llegaron la maestra y sus operadores fue directa: los golpes en el diario tenían como origen al secretario de la Función Pública, Germán Martínez Cázares. Y al tratarse de un miembro del gabinete tan cercano al presidente Felipe Calderón, los mensajes tenían conexión directa a Los Pinos.


"La guerra viene directa de la casa presidencial", le dijo uno de sus asesores más cercanos a la maestra, al tiempo que recomendaba responder con "acciones drásticas" a la cacería. En el análisis de Gordillo y sus estrategas, el presidente Calderón, aconsejado por sus operadores cercanos, buscaría romper el control del SNTE en manos de Elba Esther y minar el enorme poder que acumula la lideresa moral del magisterio.


"Ya le pagaste los favores, ahora tienes que ponerle diques y contenerla o se convertirá en un poder desafiante", sería la recomendación de los asesores presidenciales que, según el análisis de los gordillistas, estaría detrás de la ola de ataques en su contra. De aliada de conveniencia, Elba Esther se volvió para Los Pinos una incómoda y amenazante lideresa sindical que presiona y puede poner en jaque a la Presidencia calderonista.


Pero en política, como en la física, a toda acción corresponde una reacción.


Y la de Elba Esther Gordillo parece ser una reacción que confirma la amenaza de una confrontación abierta entre el calderonismo y la cúpula del sindicato magisterial.


Antes de la Navidad, Elba Esther Gordillo buscó en tres ocasiones hacer contacto personal con Andrés Manuel López Obrador. El primer intento fue telefónico, y al no recibir respuesta a su llamada, dejó el mensaje de que le urgía hablar con el tabasqueño. Hubo un segundo intento entre el 17 y el 19 de diciembre y el mensaje fue el mismo. El tercer intento fue un mensaje personal con uno de los operadores cercanos de AMLO y el recado que pidió transmitir la maestra fue textual: "Dile que necesito hablar con él, que tengo información del reciente proceso electoral que puede ser de su interés".


Se ignora si el contacto personal entre Elba Esther Gordillo y Andrés Manuel López Obrador ya sucedió. Pero de lo que no hay duda es que el mensaje de la lideresa del SNTE se parece mucho a aquellos que enviaba la maestra cuando inició su guerra personal contra Madrazo. Uno de los últimos encabezados del diario que inició la cacería contra la Gordillo rezaba textual: "Van contra Elba Esther", y la reacción de la chiapaneca, de buscar acercamientos con los enemigos políticos del presidente Felipe Calderón, parece confirmar que la guerra es real y de pronóstico reservado.