El Universal
Lunes 20 de noviembre de 2006
Lo que hay detrás: el hecho indica, ante todo, lo obvio: que el tabasqueño no admite el resultado que calificó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en el que determina el triunfo del panista Felipe Calderón.
López Obrador ha dicho que él tiene "la certeza" de que ganó la elección presidencial. Y a medida que han ido transcurriendo los días, en diversos mítines tanto en la ciudad capital como en los estados de la República, ha agregado dichos a esta "certeza", en el sentido de que hasta algunos panistas les han comentado a integrantes de la coalición Por el Bien de Todos: "Bueno, sí, ganaron, pero era imposible que los dejaran llegar, ya bájenle".
Esto ha aferrado al de Macuspana aún más a su "certeza" de que ganó la elección, y el camino echado a andar con la Convención Nacional, no sólo no se ha detenido sino que avanza. Ya nombró su "gabinete", ya inició sus giras por el país, y este 20 de noviembre es el día culminante para él: tomará posesión "ante el pueblo" como presidente "legítimo".
No hacerlo -lo ha dicho él mismo y su gente cercana- sería como reconocer la derrota el 2 de julio. O más aún, legitimar un resultado en el que no creen.
Hay quienes consideran que el camino que ha elegido es erróneo, que ha puesto en aprietos a su propio partido, a sus gobernadores, a sus legisladores; que está tirando por la borda el capital político logrado en la elección.
Pero AMLO no lo ve así: considera este camino no sólo como el que mejor podría evitar que algunos de sus seguidores optaran por la violencia, sino como un acto de "congruencia" consigo mismo y con su biografía. Al grado, incluso, de preferir "quedarme solo" que claudicar.
EN LO QUE SE EQUIVOCA EL UNIVERSAL ES EN DECIR QUE SOLO EL PEJE NO ACEPTA SU DERROTA , CUANDO SOMOS MAS DE 15 MILLONES DE MEXICANOS QUE NO LO ACEPTAMOS .
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