Considera que ya no es viable que se dé marcha atrás en la alianza con Acción Nacional
La dirigencia nacional del PRD ya pactó con Calderón ir juntos en 2012: AMLO
En Texcoco, Chicoloapan, Chimalhuacán y La Paz sus seguidores ondearon banderas del sol azteca, PT y Convergencia
“El triunfo de la reacción es imposible”, parafrasea a Benito Juárez
Aspecto del mitin de Andrés Manuel López Obrador en el municipio mexiquense de Chicoloapan, en el contexto de su Gira de la Lealtad con la que busca promover su proyecto alternativo de naciòn .
Fabiola Martínez
Enviada
Chicoloapan, estado de México, 17 de octubre. Andrés Manuel López Obrador consideró que no es “viable” que la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) dé marcha atrás su intención de aliarse con el Partido Acción Nacional (PAN) en la contienda por la gubernatura de esta entidad, porque –aseveró– ya “negociaron” con Felipe Calderón incluso la posibilidad de ir juntos en 2012.
“Ya no lo veo viable. Ya se amarraron, arriba, con (Felipe) Calderón; llegaron a un acuerdo y no se van a bajar del tren. Ya acordaron, negociaron con Calderón. (Entonces) que sigan su camino y que con su pan se lo coman”, expresó.
Mientras el político tabasqueño continuó su recorrido por los municipios de estado de México, como parte de la llamada Gira de la lealtad (denominada así para instar a los perredistas a no aprobar pactos con el PAN), del otro lado, en Toluca, dirigentes del PRD y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, participaban en un mitin en favor de las coaliciones electorales.
Así, el estado de México fue escenario este domingo de dos actos políticos del perredismo.
El líder estatal del partido del sol azteca, Luis Sánchez, miembro de la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN), participó activamente en el mitin de la capital mexiquense, junto con enviados de otras agrupaciones afines, como Nueva Izquierda (NI), grupo al que pertenece el líder nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez, así como algunos integrantes del Foro Nuevo Sol.
Y a decenas de kilómetros de ahí, en el oriente de la entidad, las huestes de Higinio Martínez y Horacio Duarte, del Grupo de Acción Política, se encargaron de llenar las plazas para las asambleas informativas encabezadas por López Obrador.
Es por ello que los mítines en Texcoco, Chicoloapan, Chimalhuacán y La Paz fueron de tres colores: la gente ondeó las banderas amarillas del PRD, pero también las rojas del Partido del Trabajo (PT) y las anaranjadas de Convergencia; estos dos últimos partidos políticos ya confirmaron su adhesión a la estrategia antipactos, de la que deberá surgir en breve un candidato o candidata a la elección para gobernador en el estado de México, a realizarse en julio de 2011.
PT, Convergencia y GAP impulsan a “sus gallos”
Cada fuerza política impulsa a “su gallo”: el Partido del Trabajo dice que el mejor posicionado es Óscar González Yáñez y los del Grupo de Acción Política (GAP) afirman que Horacio Duarte Olivares podría ser la mejor carta, al tiempo que sigue en mención la senadora Yeidkol Polevnski. En tanto, en el partido Convergencia se habla de Alejandro Gertz Manero y del coordinador de los diputados federales del sol azteca, Alejandro Encinas Rodríguez. Sin embargo, de este último algunos de los asistentes a los mítines lamentan: “Él sería el bueno, pero no quiere”.
Por otra parte, Andrés Manuel López Obrador lleva recorridos en esta Gira de la lealtad 72 municipios mexiquenses. Y justamente la palabra “lealtad” es el hilo del discurso. El político tabasqueño explica una y otra vez a los militantes de los tres partidos por qué es imposible hacer una amalgama con el blanquiazul.
Acción Nacional, afirma el ex candidato presidencial, es un partido que surgió en 1939 con intereses opuestos al gobierno progresista del presidente Lázaro Cárdenas del Río; además, en las decisiones fundamentales para el país, “PAN y PRI son la misma mafia”, y por si fuera poco, destaca, sería una traición unirnos con quien hace cuatro años, en 2006, nos robó la elección presidencial.
No obstante, para algunos analistas políticos todavía puede haber sorpresas. El petista González Yáñez pidió a la dirigencia nacional del PRD que “reoriente su camino” y venza la tentación de ganarle a Enrique Peña Nieto con base en una alianza con la derecha. “La ambigüedad no ayuda a nadie; es momento de que pinten su raya (del panismo)”, dijo.
A su vez, Duarte les dijo a los dirigentes de su partido que “si todavía tienen un poco de decencia se desistan de la alianza con los panistas.
Sin embargo, este domingo López Obrador se mostró menos optimista de algún cambio en la decisión de la cúpula perredista presidida por Jesús Ortega Martínez, y al preguntarle si su posición antialianzas con el PAN beneficiaría de facto al PRI y al gobernador Enrique Peña Nieto, argumentó que, como ocurrió en los comicios de 2006, desde la izquierda se puede derrotar al PRI y al PAN. “Como bien lo dijo el presidente Benito Juárez: ‘el triunfo de la reacción es moralmente imposible”’.
Por ello consideró que ese tipo de alianzas sólo evidencia una actitud de “sumisión”, porque “la militancia no quiere” ese pacto con la derecha. Reiteró que no renunciará al Partido de la Revolución Democrática. Más bien “los que tienen que renunciar son otros”, dijo.
Por lo pronto, quienes han dicho rotundamente que no procede una coalición con el PAN, siguen en la brega para convencer a grupos del PRD, pero también a organizaciones y sectores de la sociedad.
Tras una gestión de Higinio Martínez, líder del GAP y además coordinador de la Gira por la lealtad, López Obrador desayunó con el obispo de Texcoco, Juan Manuel Mancilla, y el obispo auxiliar de esta diócesis, Víctor René Martínez.
De acuerdo con fuentes consultadas, al final del encuentro se incorporó el nuncio apostólico Christophe Pierre, quien –se informó– estaba en la arquidiócesis texcocana atendiendo otros asuntos y aceptó adherirse al último tramo de la conversación con el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal.
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