Corrupción: 69 años en PEMEX (1 de 2)

domingo, 18 de marzo de 2007
Por Francisco Rodríguez

Indice Político

CONTEXTUALIZADAS EN EL 69 aniversario de la expropiación petrolera, patrióticamente decretada por el Presidente Lázaro Cárdenas, las recientes declaraciones del escritor Francisco Martín Moreno ("México Negro"), en el sentido de que debe capitalizarse PEMEX con inversión extranjera para que la empresa obtenga recursos por 650 mil millones de pesos y que los mexicanos padecemos "nacionalismo suicida" al impedir que se reformen las leyes que permitan ese tipo de inversión, no es más que la vía más fácil de hipotecar a la empresa y en consecuencia, al país, a los intereses trasnacionales.

Tales señalamientos coinciden no sólo con los apetitos imperiales de la familia Bush y, claro, con los de funcionarios de la actual administración mexicana, y sólo demuestran su total desconocimiento de PEMEX. Asoma también en ellos el deseo insano y mezquino de los modernos "maximilianos" para aliarse a los capitales extranjeros.
De acuerdo a ex trabajadores de la llamada primera industria nacional, lo que realmente requiere PEMEX para tener autonomía financiera y desarrollar sus proyectos estratégicos es una reforma fiscal, pero sobre todo alcanzar la eficiencia operativa y la competitividad en calidad y costos, con altos índices de productividad, eliminando a su alta burocracia misma que cobra onerosos salarios y prestaciones.
Esta "clase dorada" petrolera ha llenado de deshonestidad a la empresa y la tiene como su área de confort, manejando en forma patrimonialista el presupuesto, sin rendición de cuentas, lo que ha influido en el endeudamiento por 95 mil millones de dólares, mediante la contratación de Pidiriegas (Proyectos de Inversión Diferida en el Gasto) para la empresa más importante de México.
No sería exagerado afirmar que, si hubiera rendición de cuentas, estarían en la cárcel todos esos gerentes y subdirectores que durante casi siete décadas han saqueado impunemente a PEMEX.
De haber voluntad política, podría empezarse con el director de PEP (PEMEX Exploración y Producción) Carlos Morales Gil, que en su momento fue uno de los autores intelectuales del enorme endeudamiento, sin que en décadas se haya explorado un solo metro cuadrado de terrenos susceptibles de ser petrolíferos.
Antes de buscar la inversión extranjera, se tiene que abrir la cloaca que existe al interior de la empresa, principalmente en las áreas administrativas de manejo de contratos tanto regionales, como locales en los activos, que tienen una maquinaria bien engranada de corrupción conjuntamente con las áreas técnicas que los solicitan y por supuesto, con los administradores de los activos integrales.
Con este modus operandi, de entrada rasuran con el 10 por ciento a las compañías contratistas.
Toda esta corrupción implica fugas millonarias del orden de 10 mil millones de pesos anuales que finalmente son cargados a la empresa y que van a parar a los bolsillos de los funcionarios locales y regionales (Continúa).