COMENTO :
AL IGUAL QUE SIEMPRE , TODO SE ESTA ACOMODANDO EN SU LUGAR , TODO ESTA SUCEDIENDO TAL Y COMO SE PREVEÌA , YO TE AYUDO TU ME AYUDAS , Y ES TIEMPO DE PAGAR LAS FACTURAS ; EL UNICO MOMENTO DONDE LOS POLÌTICOS SON BONACHONES Y DICHARACHEROS ES EN CAMPAÑA .
¡¡¡DENSE CUENTA!!! , DESPIERTEN , PERO A TIEMPO NO DESPUES DE AHOGADO EL NIÑO.
Miguel Ángel Granados Chapa
Poderosa Gordillo
nota original:
No sorprende que la lideresa magisterial pueda hacer que su yerno sea subsecretario de Educación Básica, ni su operador financiero director de la Lotería Nacional y que otro de sus secuaces dirija el ISSSTE, pues ella fue factor eficaz en la elección presidencialDada la ausencia de antecedentes de la secretaria de Educación Pública en las materias de su competencia, su nombramiento significaba que pondría el acento en el manejo político de esa dependencia. Dada, al mismo tiempo, la eminencia que tiene en ese campo la presidenta del sindicato magisterial, Elba Esther Gordillo, debía establecerse si Josefina Vázquez Mota erigiría un muro de contención a los expansivos intereses de la propietaria del Panal, o si serviría a esos intereses. Ya tenemos la respuesta: dos subsecretarios responderán a la dirigente sindical y no a la titular del ramo, porque aquélla es la fuente de su designación; uno de los dos, adicionalmente, es su pariente, lo que hace más cruda la injerencia de Gordillo, cabeza de un cada día mayor sector en la política y la administración gubernamental.
Sin experiencia en el ramo, Fernando González Sánchez, el yerno de Gordillo, será subsecretario de Educación Básica, mientras que Luis Ignacio Sánchez Gómez será el administrador federal de Servicios Educativos en el DF, cargo con nivel de subsecretario, como lo tuvo en sexenios anteriores. En el de Zedillo ocupó esa plaza, ya en nombre y representación de la lideresa, el ahora diputado en la bancada panista Benjamín González Roaro, con quien trabajó Sánchez Gómez en el ISSSTE, donde fue coordinador de Delegaciones. Esa institución de seguridad social es parte de la comarca administrativa escriturada a Gordillo, que hizo nombrar director de ese organismo a Miguel Ángel Yunes Linares, que pondrá en el cargo toda su experiencia como subsecretario de Seguridad Pública.
No asombra ni el incremento de la presencia gordillista en los altos niveles de la SEP, ni la inverecundia que supone hacer del parentesco político la fuente de una designación tan delicada, ni la permanencia y aun crecimiento del influjo de Gordillo en otras áreas. Era de esperarse. Felipe Calderón es deudor de la presidenta del SNTE. De distintos modos ella contribuyó a las dos caras del resultado electoral del 2 de julio: el acopio de votos para el candidato panista y la disminución de los que fueron depositados a favor de Andrés Manuel López Obrador.
La fundación del partido Nueva Alianza, y su estrategia electoral fueron piezas clave para que Calderón esté hoy en Los Pinos. Con un candidato presidencial de mentiritas (hoy en espera de recibir una recompensa muy distante de la dimensión institucional a que presuntamente aspiró), el Panal logró sus objetivos: mantuvo su registro, alcanzó presencia legislativa y desviando el voto por el Ejecutivo hacia el candidato del PAN (la maniobra quedó evidenciada en la abismal diferencia entre la votación legislativa y la presidencial del Panal) sumó su esfuerzo al del presidente Fox y del Consejo Coordinador Empresarial para hacer ganar a Calderón. Simultáneamente, con la relevante presencia de cuadros magisteriales en los varios aspectos del proceso electoral, según documentó el antiguo colaborador de Gordillo, Noé Rivera, se aseguró que López Obrador contara con menos sufragios.
La magnitud y trascendencia de esos servicios se pagan con posiciones de naturaleza dinámica, es decir que a su importancia intrínseca permitan acrecentar el poderío de Gordillo y su grupo. Fox y Calderón, además de entregar el ISSSTE al gordillismo (donde ya se prepara la gestación de una afore que rendirá pingües beneficios), le entregaron también la Lotería Nacional, que antaño fue caja chica del Presidente y ahora lo será (a menos que tenga gestión compartida) de la lideresa magisterial. Tomás Ruiz fue director de ese negocio que juega con las ilusiones de la gente hasta que la estrategia de su jefa lo obligó a cambiar de giro. Ahora es el presidente del Panal, mediante un expedito ingreso y ascenso en que lo acompañó el ex diputado Jorge Kahwagi, que abandonó su fuerte convicción ecologista con tal de ser secretario general de un partido que tiene amplia confianza en los recién llegados, como lo mostró el modo en que Roberto Campa fue elegido candidato presidencial.
Un nuevo delegado de Gordillo reemplaza al frente de la Lotería a Tomás Ruiz. Se trata de Francisco Yáñez Herrera, que hasta ahora ha tenido un doble cargo, o una tarea con dos caras. Era delegado sindical en el Fondo de Vivienda del ISSSTE (Fovissste), y encabezó el Fideicomiso de Vivienda para el sector magisterial, Vima (que también fue dirigido en el pasado por González Roaro). Antaño, ese fideicomiso fue una de las fuentes de financiamiento de las actividades personales de Gordillo. Sus ingresos derivaban del comercio irregular de tierras, que estaba en condiciones de adquirir y revender como si hubiera obtenido autorizaciones para construir, aunque no lo hubiera hecho, y de las comisiones que fijaba a las empresas constructoras que servían obligadamente a los beneficiarios de los créditos.
González Sánchez, el yerno de Gordillo, y Yáñez Herrera han actuado en el entorno de Gordillo merced a su amistad. Ese nexo les ha permitido operaciones conjuntas, como la denunciada por la comisión que investigó actividades de entidades gubernamentales con los hermanos Bribiesca Sahagún. Créditos mediante los cuales esa familia pudo vender departamentos en Acapulco, asegura Jesús González Schmall, que encabezó la segunda etapa de esas indagaciones, "se otorgaron a maestros... a través del Fovissste (a pesar de que) no era procedente, porque no podían adquirir un bien que no estuviese legalmente registrado" (Reforma, 13 de diciembre).
1 comentario:
El llanto de la UNAM por el dinero
Juan Pablo Roiz
Decía mi abuelo que con pelmazos no hay que bañarse porque se pierde el jabón. Es cierto. Bastó con que un tonto con balcones a la calle, un tonto de catálogo (de esos que deberían aparecer en cualquier catálogo o diccionario como ilustración paradigmática de lo que es un tonto), que es el diputado panista que preside la Comisión de Presupuesto, dijese una sandez acerca del sistema de calificaciones en la UNAM ?exabrupto que no venía el caso cuando lo que se discute es el subsidio federal a esa universidad- para que el rector de la ?maximísima? casota de estudios se vistiera de víctima agraviada y exigiese, con voz tronante, más dinero público.
(Nota, sólo para documentar nuestra desazón: Ese tonto de antología llegó a diputado del PAN y a presidente de esa comisión clave invitado por, ¿a qué no saben quién?, ¡bingo!, le atinaron: Manuel Espino Barrientos).
Poder fáctico poderoso, entre varios más, la UNAM representada por su rector ha explotado a placer en los medios de comunicación la tontería del diputado primerizo. El objetivo: Dinero, dinero público, más dinero público.
Hagamos cuentas, porque los números que dispara la UNAM ?nunca mejor aplicado el verbo disparar- son tramposos y exagerados intencionalmente. Primero, es falso de toda falsedad que la disminución en el subsidio federal planteada para 2007 sea de 900 millones de pesos. Es, apenas, de 123.6 millones de pesos como puede comprobar quien revise el proyecto de presupuesto de egresos para 2007 donde dice que el subsidio federal sería de 16 mil 714 millones 886 mil 590 pesos y lo compare con el presupuesto aprobado por los diputados para 2006, donde señala claramente que el subsidio federal asignado a la UNAM este año es de 16 mil 838 millones 524 mil 984 pesos. La diferencia, entonces, es de sólo 123 millones 638 mil 394 pesos. Que se haga tanto escándalo por una cantidad que es menor, sin duda, a la nómina del equipo de futbol soccer de esa universidad resulta patético. Que nadie, de entre los sesudos periodistas que han pontificado sobre el asunto, y sacado a relucir su corazoncito ?puma?, se haya tomado la molestia de acudir a las fuentes para hacer esta comparación nos habla a las claras de la calidad intelectual, y moral, de nuestros ?líderes de opinión?.
Lo que pasa, explican algunos, es que la UNAM pelea por un aumento sobre el subsidio efectivamente recibido en 2006, que a la postre resultó superior al aprobado originalmente (porque tuvimos un año excepcionalmente afortunado para las finanzas públicas, gracias a los altos precios del petróleo y a otros excedentes que logró el fisco a través de la recaudación, dado que el crecimiento económico fue mayor a lo previsto). Pues, ni con esas aparecen los dichosos 900 millones. Veamos, en la página de transparencia de la UNAM dice que el subsidio del gobierno federal para 2006 será de 17 mil 149 millones 201 mil pesos. La diferencia entre eso y lo presupuestado para 2007 es de 434 millones 314 mil 100 pesos. Nos siguen tomando el pelo. Y por partida doble, porque no sólo inventan cifras, sino que es absurdo pedir que todos los años nos saquemos la lotería y que presupuestemos como si todos los años vayan a ser de vacas no sólo gordas, sino superdotadas.
La pelea por más dinero público la tenía perdida la UNAM en el terreno de las buenas razones y de las cifras auténticas, pero tuvo que aparecer el dichoso tonto de capirote y la disputa se trasladó ?muy lopezobradoristamente- del terreno de los hechos y la objetividad, al terreno de los agravios fingidos y los chantajes emocionales. Ahí, por extraño que parezca, el rector unamita está en su mero mole, como avezado político extractor de presupuestos.
Lo único que quedaría es tratar de volver al terreno de los numeritos fríos y de las razones. ¿Sabía usted que gastamos casi cinco veces más dinero público por cada alumno de la UNAM que por cada alumno de primaria? ¿Ha considerado usted que dado que la UNAM está entre las mejores 100 universidades del mundo, cualquiera de sus alumnos podría ser sujeto de un crédito educativo ?como existen en cientos de universidades públicas y privadas del mundo- dado que podrá pagar por la educación que recibió más que holgadamente una vez que termine la carrera y se incorpore al mundo del trabajo remunerado?, ¿dónde están los cientos de miles de exitosos egresados de la UNAM, pumas de corazoncito y alma, que podrían aportar como mínimo agradecimiento a su casota de estudios, unos veinte o treinta mil pesos por cabeza para juntar los 900 millones extras que quiere el rector unamita?
Y otra pregunta incómoda, ¿no debería la UNAM, que vive prácticamente del presupuesto federal ?dado que sus ingresos propios no llegan ni al 12 por ciento de lo que recibe de subsidio- sumarse al programa de austeridad del gobierno?, ¿no podrán juntar los milloncitos que les faltan para tener lo mismo que les ofrecieron el año pasado ?123 millones para ser exactos-, bajándole 10% a los sueldos de los 18 funcionarios más importantes de la casota de estudios ?del secretario del consejo de planeación al señor rector que perciben sueldos equivalentes a los de secretarios o subsecretarios de Estado- y sobre todo bajándole al gasto en celulares, automóviles, choferes, viáticos, viajes, papelería, electricidad, comidas de trabajo, fotocopias, anuncios publicitarios, promoción de imagen e inserciones en la prensa?
Bueno, son preguntas. Y, ¡por el amor de Dios!, que le pongan un bozalito al diputado que recomendó el señor Espino.
Publicar un comentario