22 dic 2011


Dinero
Recordando el “error de diciembre”

Las consecuencias todavía se resienten hoy

Salinas y Zedillo se culpan uno al otro




Enrique Galván Ochoa


Los días previos a Navidad ocurrió en México, hace 17 años, lo que se conoce como el error de diciembre”. Sin conocer y entender lo que sucedió aquellos días es difícil explicarnos la realidad del México de hoy. ¿Por qué desapareció buena parte de la clase media? ¿Por qué hay tantos pobres y un grupo tan reducido de millonarios? ¿Cuál es la razón por la que el país está tan endeudado? ¿Cómo nació el Fobaproa y su deuda de miles de millones de dólares no pudo ser pagada el siglo pasado y seguirá abonándose el resto de la nueva centuria? ¿Por qué el sistema bancario nacional tuvo que ser entregado a extranjeros? ¿De qué modo la crisis contribuyó a que el PRI perdiera la Presidencia de la República y la mayoría en la Cámara de Diputados? ¿Qué es la Roqueseñal y qué tiene que ver con el aumento del IVA de 10 a 15 por ciento, y luego a 16? ¿Qué papel ha jugado el PAN en todo esto? ¿Por qué votó en favor del Fobaproa, en tiempos en que Felipe Calderón era presidente del partido? ¿Por qué Salinas de Gortari y Aspe le quitaron tres ceros a la moneda, de otro modo la cotización del peso sería de 14 mil pesos, no de 14, frente al dólar? ¿Cómo fue que Fox traicionó su promesa de crear una comisión de la verdad que destapara a los responsables del desastre para llevarlos ante la justicia?

Las secuelas del error

En estos días en que el PRI pretende recuperar la Presidencia y el PAN pugna por conservarla, conviene correr la cinta hacia atrás para revisar qué ha sucedido desde el 20 de diciembre de 1994 hasta nuestros días. Ernesto Zedillo acababa de tomar posesión, supuestamente Salinas de Gortari había entregado un país muy próspero. La realidad era otra. La banda salinista había dejado temblando al país, y el gobierno no podía hacer frente al pago de unos bonos que había emitido –los dichosos Tesobonos. Nunca se ha sabido con certeza a dónde fue a parar el dinero que prestaron los inversionistas, nacionales y extranjeros. El nuevo gobierno se veía en la necesidad de devaluar la moneda y el entonces secretario de Hacienda, Jaime Serra Puche, cometió el error –¿‘error’?– de anunciarlo a un grupo de empresarios. Se lanzaron a comprar dólares. Las reservas internacionales del Banco de México oscilaban en 10 mil millones de dólares, en unas cuantas horas bajaron a la mitad. La moneda nacional se hizo talco. Y ahí se desencadenó la catástrofe. Zedillo y Salinas de Gortari se culpan recíprocamente del “error de diciembre”, Zedillo metió a la cárcel a su hermano Raúl pero no se atrevió a tocar al ex presidente.

Los síntomas de otra crisis

Hoy día comienzan a aparecer síntomas que anticipan otra crisis. En realidad no es otra, es la misma, sólo que reciclada. No es porque las reservas de divisas del Banco de México estén agotadas, al contrario, nunca habían sido tan cuantiosas. El problema viene de otro lado: la violencia. Se están yendo de México empresarios y profesionistas, con sus familias y sus capitales. Están comprando propiedades en Houston, San Diego, La Jolla, San Antonio. También están tratando de echar a andar allá algún negocio. La inversión directa –la que crea empleo– no levanta arriba de los 20 mil millones de dólares anuales, cuando debería ser lo doble, cuando menos. Este año supuestamente sería el del turismo; según Calderón, México iba a colocarse en el top five, junto a China, Estados Unidos, Italia, Francia y España, pero ya concluyó 2011 y quedamos muy lejos de la meta. La venta de automóviles nuevos da tristeza; la mayor parte de los que se ensamblan se destinan a la exportación, aquí el consumidor no tiene dinero para comprarse uno. La válvula de escape que fue el bracerismo se está cerrando. El salario mínimo a lo largo de los seis años del actual gobierno aumentó solo 13 pesos. México es el país número uno en desempleo. Nada de esto se parece a la divisa del gobierno panista: “vivir mejor”. A menos de que se le haga un añadido: “con el narco”.





No hay comentarios.: